Este es un viaje a un lugar que ya no existe. Un recorrido alrededor de una ciudad que nadie ya recuerda, pero de la que aún nos llegan ecos, a veces imperceptibles, a través de los cuales puede todavía ser reconocida. Vestigios de un pasado que van más allá de la arqueología, pues permanecen también en el aire, las costumbres, el habla y la imaginación popular.
El año 1868, durante la llamada Revolución Gloriosa, se decretó, en
nombre del progreso, el derribo de la muralla que durante siglos rodeó
la ciudad de Sevilla y que hasta entonces había sido una de sus señas de
identidad. Veinte puertas, alguna de ellas apócrifa, abrían aquella
muralla a la rosa de los vientos. Veinte formas de entrar en la
enigmática y esquiva ciudad de Sevilla. Veinte formas también de
abandonarla.
Aunque oficialmente destruida, la muralla mantiene en muchos lugares una
existencia oculta, clandestina, que la mayoría ignora. Sigue siendo,
pues, una seña de identidad de esta compleja, indefinible e inigualable
ciudad.Convencido de que a veces la explicación de un enigma está más en
la superficie que en el fondo de las cosas, la historia de las puertas
de muralla sirve al autor de este libro, cuyo propósito es más
sentimental que erudito, como pretexto para indagar en los misterios de
Sevilla.
Como te dije en twitter, Juan Miguel, lo espero como agua de Mayo, igual que los anteriores. Tu forma de comunicar seguro que hará amena una lectura de una parte de Sevilla de la que desconozco libros específicos como pueda ser éste.
ResponderEliminarHasta pronto.